Partiendo de ésta idea, y
conociendo ya el dominio que tienen las emociones en nosotros. Los humanos en
busca de libertad y emancipación debemos comprender cómo y por qué las
emociones han dibujado nuestra realidad y nuestra historia.
Según la astrología, todo lo
relacionado a lo emocional está representado por la energía de la luna. Si
comparamos a los planetas enormes que conviven con el nuestro dentro del
sistema solar con la luna, ésta es realmente insignificante, mismo si la
comparamos con el sol, esa estrella enorme, que llena de vitalidad y que da
forma a todo el sistema de órbitas y planetas, la luna es aún más pequeña,
apagada e insignificante. Y sin embargo somos seres muy lunares, terriblemente
emocionales. Es curioso realmente, que un cuerpo tan pequeño y apagado tenga
más influencia en nosotros que cuerpos enormes y llenos de energía, como lo son
Saturno y el Sol por ejemplo. Pues este cuerpo tan pequeño y perfecto, como lo
es la Luna, fue diseñado y creado hace tiempos inmemoriales por una raza de
seres inteligentes, en busca de energía y de combustible.
Estos seres aparecen en los
textos sumerios, y son allí llamados los “ANNUNAKI”, en la biblia también son mencionados
como los “Ángeles Caídos”. La cultura popular los ha bautizado “Reptilianos”
por su forma y son extraterrestres que mediante este artefacto artificial y
perfecto, han logrado canalizar la energía de los humanos, llevarla por el
camino de las emociones, ya que ellos se alimentan de este tipo de energía.
Gracias principalmente a éste artefacto, pero también
a todo aquello que despierta terriblemente nuestras emociones, como las
guerras, la inseguridad, la ansiedad y el miedo que provocan los medios masivos
de comunicación, mantienen al ser humano en un estado casi puramente emocional,
en el cual el resto de su enorme potencial queda aplastado y dormido. Todo
nuestro mundo se ha ido por la tangente esclavista que genera el velo
artificial creado por las emociones. Los “ANNUNAKI” lo han hecho para
dominarnos y esclavizarnos, para usarnos como baterías, como su combustible. Es
importante que todo ser que se sepa en busca de la libertad, comprenda que
nuestro gran amo y señor esclavista, es el velo penumbroso y opresivo de las
emociones. Así como el iniciado Masón debía aprender a dominarlo y comprenderlo
con disciplina y conocimiento, todo ser humano puede entrar en conciencia,
comenzando por el análisis astrológico de su luna por ejemplo, y tratando de
disciplinarse, para salir de este mundo dual y tridimensional que han creado
para nosotros los “ANNUNAKI” o “Ángeles Caídos”. Debemos despertar del mundo
esclavista de las emociones, para comprender que somos seres ilimitados y
sorprendernos con nuestro verdadero poder y potencial humanos.
Alester Yodtetmem
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