Como sabemos, el ojo que lo ve
todo, uno de los símbolos más emblemáticos de la masonería, es representado
siempre dentro de un triángulo equilátero. Podemos verlo en los logos de las
logias, en los billetes de un dólar, en las diferentes figuras de la arquitectura
masónica, que suelen formar varios triángulos si los observamos desde el cielo.
Este triángulo se caracteriza por tener tres ángulos idénticos de 60 grados.
Este detalle es uno de los más importantes, ya que representa al número tres,
un número sumamente importante dentro de estas logias, ya que representa las
tres etapas de la vida; separadas entre la infancia, la juventud y finalmente
la vejes. También representa los tres grados de la masonería operativa, el de
aprendiz, compañero y maestro. El número tres. Según los Kabbalistas, tiene una
gran carga esotérica que los masones han sabido utilizar a su favor para lograr
edificar el orden mundial laico y materialista en el que vivimos. Recordemos
que los ideales de la revolución francesa fueron, no casualmente, divididos
como tres: Libertad, igualdad y fraternidad. Y que nuestro sistema educativo
laico también propone tres pasos como lo son la primaria, la secundaria y la
universidad o educación terciaria. También tenemos los tres poderes del orden democrático,
el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial. Es éste triángulo, que
también es representado por los cristianos hablando de “el padre, el hijo y el
espíritu santo”. Otra cultura que adoró
al triangulo tratándolo como sagrado fueron los egipcios, grandes constructores
de pirámides cuyos ternarios también son tres: Osiris, Isis y Horus. No es
casual que el triángulo equilátero aparezca en los billetes de 1 dólar
norteamericanos, en la sociedad laica y materialista el dinero es el que
gobierna y es ese billete, que por ser de menor valor suele ser el de mayor
curso y fluidez entre la población, el que fue elegido para portar el símbolo y
dar poder y fuerza a éste orden, mediante su carga esotérica, Kabalisticamente
hablando.
El orden global actual
descansa detrás del poder esotérico del triangulo, de estos tres lados iguales que
sostienen un sistema económico, político y cultural piramidal.
Alester Yodtetmem
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