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martes, 31 de agosto de 2010

Plutón

Extracto del libro "Astrología, Karma y Transformación" de Stephen Arroyo







Los astrólogos concuerdan, en su mayoría, en que el planeta Plutón simboliza una dimensión de la vida tan compleja y con fuentes tan profundas que una aureola de misterio rodea el significado de este planeta en todo mapa natal individual. Desde que lo descubrieron, se intentó muchas veces aclarar el significado de este planeta; y, aunque los astrólogos puedan encontrar muchos significados distintos, útiles para sus fines particulares, y aunque se hayan escrito muchos artículos
sobre la "influencia" de Plutón sobre el "ka
rma colectivo" y los acontecimientos mundanos, no he podido hallar explicación alguna del significado de este planeta, que yo pudiera considerar como completa, respecto del ser humano individual y su estructura psicológica. Parece que siempre se oculta algo acerca de Plutón, algo sutil y difícil de conceptualizar en términos lógicos corrientes. Todo lo relacionado con Plutón está levemente fuera de lo corriente, es un poco excéntrico, y señala un reino de inmensidad cósmica que pasma a la mente. Esto es cierto no sólo astrológicamente respecto de la función del planeta, sino también respecto del movimiento del planeta mismo.

La órbita de Plutón, como las órbitas de todos los demás planetas es una elipse, pero la órbita de Plutón es considerablemente más elíptica que la de cualquier otro planeta mayor del sistema solar. Mientras los planos orbitales de todos los demás planetas mayores están dentro de los siete grados del plano de la órbita de la Tierra, o del "plano de la eclíptica", la órbita de Plutón se inclina plenamente diecisiete grados hacia ese plano. La distancia media de este planeta desde el Sol es casi 40 "unidades astronómicas", siendo la "unidad astronómica" la distancia media de la Tierra desde
el Sol
, o, a grandes rasgos, noventa y tres millones de millas.
En consecuencia, una distancia de cuarenta unidades astronómicas asciende, en números redondos, a 3.700.000.000- de millas. Sin embargo, la órbita del planeta es tan pronunciadamente elíptica que su distancia desde el Sol varía hasta cerca de 1.800.000.000 de millas, siendo la distancia mínima igual a alrededor de 2.800.000.000 de millas, o un poco menos de eso de Neptuno, y la distancia máxima, a aproximadamente 4.600.000.000 de millas, o casi el sesenta y cinco por ciento mayor que la de Neptuno. Sin embargo, como los otros planetas, Plutón gira alrededor del Sol de oeste a este,
o sea, en dirección contraria a las agujas del reloj. Su período de revolución alrededor del Sol es de alrededor de 250 de nuestros años; es por eso que un "año" de este mundo es igual a idos siglos y medio aquí en la Tierra! Plutón se está acercando ahora al punto del perihelio de su órbita, o al más
cercano al Sol; pero no pasará ese punto hasta
' el año 1989, cuando estará a una distancia del Sol sólo levemente menor que la de Neptuno (2.800.000.000 de millas). Entonces, Plutón estará más cerca tanto de la Tierra como del Sol y, por lo general, en la posición más favorable para observarlo
desde la Tierra.

Es una circunstancia interesante que si su órbita está en el mismo plano que el de la órbita de Neptuno, Plutón en el perihelio estaría ligeramente dentro de la órbita de Neptuno. Como resultado de la elevada inclinación mutua de los planos orbitales de los dos planetas, sin embargo, sus órbitas
no se intersectan en punto alguno, aunque en su más próximo acercamiento al Sol, Plutón está en realidad un poco (aproximadamente media unidad astronómica) más cerca del Sol de lo que lo está Neptuno. Según el Dr
. Franklin, del Planetario Haydn de la. ciudad de Nueva York, Plutón se
acercará más al Sol que Neptuno en su órbita el 11 de diciem
bre de 1978 y permanecerá allí hasta el 14 de marzo de 1999.
Muchos astrólogos han hecho comentarios sobre este período, vinculándolo con cambios cruciales en el desarrollo cultural del mundo. Dane Rudhyar señala específicamente que. este pasaje de Plutón más cerca del Sol que Neptuno tiene un efecto estimulante o "de siembra" en los niveles más profundos de la consciencia colectiva. Escribe:

Puede decirse que Plutón, al menos en un sentido, simboliza la semilla que cae en el humus constituido por los restos disueltos y convertidos en elementos químicos, pertenecientes al interminable ciclo de vegetación anual (el producto de un proceso neptuniano de disolución);
también puede relacionarse con el "Descenso al Infierno" por parte de Cristo antes de su resurrección. Por tanto, cuando Plutón penetra en la órbita de Neptuno, puede decirse simbólicamente que ocurre un proceso de liberación respecto del pasado y de impregnación mediante una visión nucleada del futuro. En realidad, tal período en toda revolución de Plutón alrededor del Sol, es, históricamente hablando, insólitamente significativo.

Estos períodos son testimonio, a menudo, de una repolarización del inconsciente colectivo y de los ideales del género humano en estos lineamientos, en un sentido u otro, subrayan factores profundamente arraigados en la naturaleza humana y comunes, pues, a una gran parte del género
humano.

Marc Edmund Jones ha escrito que esta fase histórica del ciclo de Plutón "marca la revolución total y completa de casi todo en el mundo". Zipporah Dobyns aclara, además, lo que
ella ve como
el significado de este período:

Este período recalca la calidad escorpiana del último cuarto de este siglo... Plutón estará en su propio signo desde mediados de la década del '80 hasta mediados de la década del '90. A la humanidad se la notifica que es hora que aprendamos a compartir los recursos del planeta. El significado clave del 8 de nuestro alfabeto astrológico, ya sea Plutón, Escorpio o la 8va. casa de un mapa, es la necesidad de aprender a conocemos a través del espejo de nuestros pares cercanos, y aprender a dominamos partiendo del respeto por los derechos de los demás.

La idea de que la "influencia" de Plutón se fortalece en el período antes mencionado la confirman las lecturas psíquicas de Edgar Cayce, quien, y a principios de este siglo, expresó:

... estas (influencias) son un cambio que está ocurriendo en el universo, o en los alrededores de la tierra: Plutón ... Está creciendo gradualmente, y es, pues, una .de las influencias que han de ser una actividad demostrativa en los asuntos o cambios futuros del hombre, hacia la influencia mental-
mente espiritual
.

Estos (individuos), en el presente, como podría decirse, son los que toman consciencia de lo mismo. Más bien, dentro de los próximos cien o doscientos años puede haber mucha influencia (de Plutón) sobre la ascendencia del hombre; pues es la más cercana de aquéllas a las actividades de la tierra, para estar seguros, y es una influencia en desarrollo, que nadie estableció ya. (Lectura 1100-27; citado en Margaret Gammon, Astrology & the Edgar Cayce Readings, pág. 46).


Una de las cosas más notables acerca de Plutón es que su significado abarca muchas cualidades contrarias, sobré las que hablaremos más circunstanciadamente en breve. Pero estudiar simplemente el planeta desde el punto de vista astronómico nos induce inevitablemente a que enfrentemos medidas que abarcan desde lo más menudo hasta lo incomprensiblemente vasto. Por ejemplo, Plutón es aproximadamente de la decimocuarta magnitud estelar, lo cual significa que alrededor de una dieciséis-centésima tan brillante como la estrella más débil visible fácilmente a simple vista en una noche clara, sin luna.
Este menudo nivel de brillantez, junto con su tamaño más bien pequeño, son dos factores muy engañosos, pues el poder representado por Plutón mucho supera sus atributos físicos. Parece patente que todo lo conectado con Plutón (o con el signo de Escorpio o la octava casa) no puede ser
juzgado exactamente por su apariencia, ni pue.de ser entendido por mera observación de las características superficiales.
Nuestro concepto de la vastedad de nuestro sistema planetario (también, pues, de la naturaleza de los seres humanos) se amplió muchísimo con el descubrimiento de
Plutón. Los astrónomos solían pensar en nuestro sistema solar como de sesenta unidades astronómicas de extensión. En la actualidad, lo ven como tres veces más grande, o de ochenta unidades astronómicas de diámetro total, y posiblemente más grande, pues se sabe que el campo gravitacional del Sol se extiende más allá de Plutón. Al sistema solar se lo considera ahora de dimensiones tales que la luz -que viaja en el vacío a más de 186.000 millas por segundo- necesita unas once horas para ir de un extremo del dominio planetario al otro. Recientemente ha resultado claro para números crecientes de astrólogos que la expansión potencial de la consciencia que Plutón simboliza en el mapa individual es un paralelo perfecto con la consciencia expandida del vasto
alcance del sistema solar mismo que el descubrimiento de Plutón impulsó
.

Plutón funciona en un nivel profundo tal y con tal sutileza que la investigación de los mapas de personas "famosas" no nos ayuda mucho para entender la significación de Plutón.
Después de todo, habitualmente podemos saber qué problemas interiores o qué experiencias profundas moldearon las
vidas de estas personas. Por eso, la investigación más importante con Plutón ha de efectuarse en relación con nuestros mapas natales y los de nuestros íntimos amigos. Ya sea que se lo considere en relación con la experiencia individual o los fenómenos colectivos, Plutón simboliza siempre una forma de poder extremadamente concentrado. Este poder se concentra tan intensamente que la figura o el tamaño físicos de los fenómenos plutonianos (como el planeta
mismo) son irrelevantes. Por ejemplo, a la bomba atómica
se la considera habitualmente como una fuente plutoniana de energía. La cantidad de energía liberada por una de esas bombas es abrumadora en comparación con el tamaño físico de la bomba. Como se mencionara, el planeta mismo exhibe
esta característica; pues, aunque más pequeño que la Tierra, su "influencia" afecta a la vida sobre la Tierra en una proporción mucho mayor de lo que su tamaño indicaría. Por tanto, la energía plutoniana deriva de una fuente que está más allá o dentro de la forma física a través de la cual la energía emana. La gran energía de Plutón proviene de una fuente que no es evidente y que podríamos llamar trascendental. Esta es la razón de que la energía plutoniana se manifieste siempre en términos de opuestos, pues lo que es verdaderamente trascendente sólo puede entenderlo la consciencia corriente en términos de opuestos: luz y oscuridad, alegría y sufrimiento, el show espectacular seguido por el inevitable retroceso. Por ejemplo, a la energía nuclear y al uso en gran escala de pesticidas químicos se ha hecho referencia como a fenómenos plutonianos. Ambos son fuentes de gran energía, y todos hemos visto los resultados evidentes que pueden producir,
Pero a ambos también se los ha usado de tal modo para producir los aspectos negativos y destructivos pertenecientes a tales fuerzas: envenenamiento radiactivo y perjuicios genéticos, y envenenamiento químico del suelo, de la comida y del agua. Por tanto, Plutón simboliza una clase de energía que puede usarse creativamente sólo cuando quien la usa está suficientemente orientado en el orden espiritual, pues la evolución espiritual y la curación en profundidad son los únicos ámbitos de la experiencia en los que las fuerzas de Plutón pueden utilizarse sin un retroceso negativo.

domingo, 29 de agosto de 2010

La mujer Escorpio, El Especimen


Nadie tiene una opinión más alta de sí misma que la mujer Escorpio. Es un espíritu indómito que ni los detractores más vehementes pueden penetrar. Demasiado dueña de sí misma para luchar, Escorpio alcanza sus ambiciones acumulando seguidores que le allanan el camino, por no decir que le despliegan una alfombra roja. Rezuma encanto femenino y un egotismo no muy halagüeño en igual medida, invitando a los posibles candidatos a acercarse pero por su propia cuenta y riesgo. La indiscutible femme fatale del zodíaco se queda impasible ante los avances de un hombre y recurre a esa notable indiferencia como cebo para que trabaje aún más para atraer su atención. La Escorpio inventó el concepto de “difícil de conseguir” y es una experta en ganarse la psique de aquellos a los cuales desea con solo levantar el meñique. Es todo misterio con una eterna cara de póquer, que camela, desafía y tiene todas las cartas. Asume con toda naturalidad cierta superioridad con quienquiera que entre en contacto. Escorpio no puede evitar ver a un hombre en términos de lo que éste puede hacer por ella. Con esa idea, estudia a cada uno de los candidatos a su afecto, sopesando su potencial inherente como pareja, co progenitor y triunfador profesional. Quiere el paquete completo, y es cautelosa con los hombres y sus ambiciones, que considera mal concebidas. En una relación, procura sacar las mejores cualidades de un hombre, los lazos tienen una base más espiritual y sexual a la vez. Escorpio, sáfica por naturaleza, es de lo más romántica en las relaciones lésbicas, que siempre tienen un aire de romance de colegiala.

Cuerpo y alma

La mujer Escorpio tiene una expresión expectante, como si vigilara y esperara constantemente que sucediese algo o que llegara alguien. En una conversación, se anticipa a cada palabra de los demás, en ocasiones metiendo prisa con rápidos movimientos de cabeza y síes entre dientes, visiblemente molesta por la más ligera de las disgresiones. Muchas veces parece que escuchara a medias, como si estuviera pensando en otra cosa o aguardara el momento de intervenir con alguna de sus opiniones contundentes. Esta preocupación surge de la fuerza de la antena perceptiva de Escorpio, que siente la atmósfera de lo que se está diciendo y se ve obligada a leer entre líneas. Sin acabar de quedar nunca satisfecha con el valor nominal del discurso, escudriña en busca de indicios de subtexto, falsedades o engaño, y nota la tranquilidad o la falta de ésta en la voz o los modales de una persona. Como corresponde a su condición fija y de agua, la mujer Escorpio en como una radio de galena, que apunta directamente a las señales invisibles. Esto quizá sea responsable de su mirada tan a menudo inexpresiva; más que mirar parece escuchar en busca de claves sobre una persona, abierta a todas las frecuencias con su notable intuición de sintonía fina. Muchas veces parece traspasar con la mirada a una persona, y examinar en silencio otras interacciones prestando atención furtivamente a todas las idas y venidas aparentemente triviales. Cuando uno entra en una habitación, se encontrará con su mirada en el umbral. Si, en ese momento, tiene la suerte de resultarle interesante, sexualmente o de otra manera, ella se ocupará de no perderlo de vista. Con esa expresión inquisitiva, como si preguntara: “¿Nos conocemos?”, ejerce presión sobre un individuo con esos ojos entrecerrados y la silenciosa sonrisa de esfinge que señala que alguien ha despertado su curiosidad. No hay que olvidar que es la mujer araña original del zodíaco, y esta criatura seductora invita a los que considera moscas a entrar en su salón, pues el mundo en sí es la sala de estar de la Escorpio.
Hay pocas mujeres que se instalen más cómodamente en su entorno, sea cual sea, que la mujer Escorpio; y, a diferencia de su contrapartida masculina, que no para de ir de aquí para allá, ella profundiza de verdad en su ambiente. No es de las que van de fiesta en fiesta o de las que tienen más de un plan para determinado día; en realidad sólo abandona los cómodos confines de su universo doméstico su sabe que, una vez que llegue a su destino, habitualmente por el medio más rápido posible –coger un taxi para ir a un par de manzanas de distancia no es algo descabellado para ella-, puede aposentar su majestuoso trasero con toda comodidad y que la esperan. Tal como lo quiso el destino, la mujer Escorpio es tranquila por naturaleza: como un buen retrato cuyos ojos dan la impresión de seguirnos por la habitación, emite una calma glaciar (fija y de agua); incluso puede quedarse inmóvil cuando quiere. Su rostro es el de alguien en animación suspendida, por no decir en eterno suspenso. Quiere respuestas e induce a una persona, especialmente a un posible amante, a descubrirse; hasta los hombres más reservados se sorprenden desahogándose con una Escorpio. Es esa esfinge que pone a un tipo en una situación especialmente incómoda exigiéndole que se haga cargo de la conversación mientras ella se queda en silencio como una momia, tan impenetrable como corresponde a la Perséfone del zodíaco, siempre embelesada y ungida. Cuando se digna a hablar, es sucinta (por decirlo con suavidad), como si se reservara para sí misma buena parte de lo que, obviamente, piensa. Pero puede decir con menos palabras más que cualquier otro mortal del planeta, con frecuencia provocando en su interlocutor la sensación de haber recibido un mensaje subliminal más que de haber participado en una conversación educada. Esta misma capacidad es utilizada en beneficio propio por las Escorpio que trabajan con las palabras. Ya sean escritoras, poetisas o compositoras de canciones. Incluso las que son altas ejecutivas pueden emplear untuosas metáforas para describir una reunión del consejo de administración. Esta moradora del mundo subterráneo demuestra claramente hasta en las expresiones más banales que la poesía es, en efecto, el lenguaje del alma o, por lo menos, así nos llega traducido a nosotros, que somos en comparación, meros habitantes de la superficie.
Escorpio puede parecer fría y calculadora a otras mujeres, que podrían sentir que oculta algún aguijón secreto debajo de esa apariencia ártica que desarma. Debido a la regencia combinada del feroz Marte y el gélido Plutón, enmascara el ardor que pudiera tener bajo ese porte helado. Los hombres, que lo ignoran, farfullan cada vez más mientras ella muestra su media sonrisa de Monalisa, un rostro que los historiadores del arte hace mucho tiempo atribuyen a una mujer embarazada, expectante. Esta modelo icono del artista probablemente era una Escorpio, una fémina expectante fijada perpetuamente en el estado metafórico de tramar alguna cosa u otra. Con respecto al tema del embarazo en sí, Escorpio también tiende a tener el mayor instinto maternal del bloque astrológico. A pesar de esa fácil descripción que se hace de la Escorpio de ser una loca del sexo, raramente busca el sexo por el sexo en sí, sino que se mantiene a la espera de una pareja con la cual reproducirse. Mientras tanto, no le gusta estar sola, por lo que en lugar de ligar se embarca en relaciones fuertes, una detrás de otra. Pese a estar convencida de que ese hombre no es “el hombre de su vida”, prefiere, antes que encontrarlo, tenerlo como pasatiempo, o incluso como maridito, para ocupar su mente transformándolo a su imagen, masticarlo bien para escupirlo después. En este y en la mayoría de los escenarios de sus relaciones, Escorpio está convencida de que le hace un favor a un hombre estando con él, ya sea por un par de semanas o para toda la vida. Por muy vampírica que pueda parecer la escena, cualquier hombre con el que se una es, en cierto modo, suyo para siempre. Teniendo en cuenta la increíble marca que deja en los hombres con los que ha estado, todos ellos serán los primeros en estar de acuerdo.
[Sigue]

miércoles, 25 de agosto de 2010

Citas que iluminan a la Luna en Cáncer

Supongo que lo mas absolutamente delicioso de la vida es sentir que alguien nos necesita. (Olive Schreiner)


La mayoría de nosotros ama porque necesita amar...La mayoría de nosotros consuela porque necesita consuelo. (Nikki Giovanni)


Pero, ¿quien soy yo?

Un bebe que llora por la noche;

Un bebe que llora porque no tiene luz,

sin otro idioma que su llanto. (Alfred Lord Tensión)


Quiero gatear hasta refugiarme en ella, reposar mi cabeza

entre sus pechos y su hombro,

renunciando al poder por el amor. (Adrienne Rich)


Cuando acude a él y luego me voy, me agarra, me retiene y me suplica que me quede. (J. W. Riley)


Jamás le pregunto al herido como se siente; yo mismo me convierto en el herido. (Walt Whitman)


“Lloro por ti” dijo el Walrus : “Me conduelo profundamente”. (Lewis Carroll)


Reboso amor de madre;

mi bondad fue siempre me maldición:

un corazón tierno es la cruz que soporto. (Don Marquis)


Igual que los antiguos chinos, podemos decirles a las sucesivas olas de invasores : “Cálmense y permítannos absorberlos”. (Carolyn Kizer)


El aroma de aquella tostada con manteca hablaba de Toad con sencillez, y con una voz muy clara le hablaba de cálidas cocinas, de desayunos en unas mañanas brillantes y escarchadas, de abrigadas chimeneas en noches de invierno. (Kenneth Grahame)


La Ostra mayor le guiño el ojo y

meneo su pesada cabeza:

Lo que quería decir es que no estaba decidida

a abandonar su valva. (Lewis Carroll)


Mi hogar, mi nido de amor... mi refugio contra el huracán. (Elizabeth Bishop)


Para salvarse, los caracoles se refugian en sus caparazones y allí aguardan, seguros y pacientes, hasta que los elementos se apacigüen. (Isabella Gardner)


Me acosa el hechizo de mis tiempos de infancia, mi edad viril se abate en el torrente de los recuerdos, lloro como un niño por el pasado. (D. H. Lawrence)


Creo que, en la vida personal, deberíamos ser gobernados por las profundas necesidades interiores de nuestra naturaleza. (Sigmund Freud)


En el aferrarse a las cosas hay algo que considero terapéutico. (Edna O´Brien)


No puedo vivir sin esa manta. No puedo enfrentarme con la vida estando desarmado. (Charles Schultz)

Citas que iluminan a la Luna en Géminis


Cuando crezca quiero ser un nene.
(Joseph Séller)

Es imposible prometer fidelidad absoluta. (Erica Jong)

Solo soy rico en una inquietud interminable. (W. S. Gilbert)

Que los otros se afanen año tras año. Yo vivo de día en día. (Isaac Bickerstaff)

Lo que amo está a mi alcance siempre, en la tierra y en el aire. (Theodore Roethke)

La conversación debe tocarlo todo, sin concentrarse en nada. (Oscar wilde)

Llego la hora, dijo el Walrus, de hablar de muchas cosas: de zapatos, y barcos, y lacre, de colores y reyes. (Lewis Carroll)

Le esta dando cuerdas al reloj de su ingenio; sonara pronto. (William Shakespeare)

Si no puedes confundirlos con talento, hazlo son disparates. (Anónimo)

Lo tuyo es mas bien relumbron que propiamente brillo. Lo que tienes es facilidad de palabra. (Gail Godwin)

Muchas veces quise dejar de hablar, y averiguar que era lo que yo realmente creía. (Walter Lippman)

Si los que van a hablar son los demás, entonces la conversación es sencillamente imposible. (Anónimo)

Pienso que pienso y, por lo tanto, pienso que soy. (Ambrose Bierce)

Ten primero tus hechos; luego, podrás deformarlos tanto como gustes. (Mark twain)

Hacemos preguntas y preguntas... El intelecto da vueltas y vueltas, en constante vaivén. (Wallace Stevens)

Si un hombre ha de vivir es para satisfacer su curiosidad. (Provervio judío)

¿Qué nos podrá dar conocimientos más seguros que nuestros propios sentidos? (Lucrecio)

Es formidablemente divertido advertir cuan diferentes son los climas de nuestros sentimientos en un solo día. (Anne Morrow Lindberg)

A veces me preguntan como puedo hacer tantas cosas distintas sin sentirme fragmentado. Esto jamás me ocurre, porque todo lo que yo hago es comunicación. (Hepzibah Menuhin)

No estoy confundido, lo único que pasa es que estoy bien revuelto. (Robert Frost)

Todos nosotros somos bombardeados constantemente por partículas de desubicada esquizofrenia. (Roger Pierce)

Mi dilema consiste en unir los dos polos de la vida, en transcribir esas dos voces en la melodía de la vida. (Herman Hesse)



sábado, 21 de agosto de 2010

El hombre Escorpio. El desconocido.


Siguiendo con el libro Sextrología, de Starsky y Cox, les ofrecemos la segunda entrega zodiacal: el misterioso Escorpio.


El hombre Escorpio es un individuo severo, estricto en su conducta y sistema de creencias. Su atención se limita a algo en concreto y siempre antepone sus necesidadesa las responsabilidades hacia los demás. Es una figura solitaria, cuando no subversiva, que se mantiene alejada de aquellos que considera la multitud enloquecida. Para este hombre serio, la vida está cargada de experiencias y no hay que desperdiciarla en superficialidades. Hay que aprovechar cada día y exprimirlo para sacar el máximo beneficio posible. Tiene un carácter curioso por naturaleza y tendencia a investigar los misterios de la vida, cosa que lo lleva a rascar la superficie en cada situación. No es de extrañar que los demás lo encuentren intimidatorio. Sin duda provoca, y a menudo pone nervioso a cualquiera que entre en contacto con él. Es incapaz de ver una situación en principio positiva sin contemplar de inmediato todos los posibles inconvenientes. El pesimismo, incluso el nihilismo, es su percepción por defecto, lo que le impide dejarse atrapar en chanchullos y, al mismo tiempo, eliminar los obstáculos con los que se topa. De la misma manera encara el amor, consciente, ante todo, del sufrimiento inherente que comporta. Es reacio a comprometer sus sentimientos; espera y estudia a las posibles candidatas hasta que está convencido de que una mujer posee una belleza interna equivalente a la apariencia y la personalidad brillantes y alegres por las que tiene debilidad. Es espléndido en la atención que dispensa a su amada y procura serlo todo para ella, de modo que perpetúa una existencia aislada de los demás. Cuando se trata de hombres, le atraen los que tienen riqueza y poder semejantes al suyo y, a partir de aquí, está dispuesto a entregarse plenamente a un vínculo psicológica y sexualmente intenso.

Cuerpo y alma
Aunque Escorpio es reservado sobre sus proezas libidinosas, de las que puede tener sorprendentemente pocas, es un individuo con una gran carga erótica –hasta su presencia rezuma sexualidad-, tal vez como consecuencia de haber sido un objeto, incluso un objeto sexual, desde muy tierna edad. Como desde niño se sentía maltratado o marginado emocionalmente, cuando se hace adulto ya está un poco insensibilizado ante los aspectos dolorosos de la interacción humana. Así como Plutón es el planeta más remoto del sistema solar, los hombres que están bajo su regencia son igualmente periféricos. Escorpio aprende que la rutina del “solitario” le funciona, especialmente para atraer a las mujeres que sospechan que es una persona “herida” o “profunda”, ambas suposiciones ciertas. Sin embargo, no es tímido en absoluto, sino una persona con una presencia poderosa cuando se compromete cara a cara, aunque siempre mantenga toda la distancia que la buena educación permita. Establece relaciones rápidas, directas, con cuidado de estrechar las manos necesarias y de hacer apariciones sociales sólo cuando se ve obligado. En general, casi siempre aparece y desaparece de cualquier reunión pasando desapercibido. Aunque esta actitud responde a que se siente socialmente abandonado, el comportamiento típicamente furtivo de Escorpio sólo contribuye a que sea una figura masculina aun más misteriosa y cautivadora. Como un guiño a su serpenteante arquetipo, tiene una psique sinuosa, un torso esbelto pero ancho, como el de una cobra, con unos músculos laterales oblicuos que se funden con una cintura estrecha. […]
El signo de Escorpio rige las glándulas reproductivas de ambos sexos, y estas zonas, tanto las suyas como las ajenas, le interesan especialmente. Puede ser un obsesivo sexual con una fascinación que va desde un nivel puramente físico a otro bastante fetichista. Pero hay más: la regencia de Escorpio sobre los órganos sexuales determina aparentemente que nuestro serpenteante amigo –y no hay una manera fina de decir esto- se parece a un pene más que ningún otro hombre. Toda su persona, sinceramente, parece fálica. […]
Teniendo en cuenta la tortura que puede ser de niño, el Escorpio adulto también disfruta secretamente fastidiando a los demás. Debido a su sagaz naturaleza astrológica, le gusta pinchar a sus amigos o colegas, pero se reserva toques similares, aunque más sutiles, para las mujeres. Le encanta sobre todo llevar a su terreno a cabezas huecas y ofender como quien no quiere la cosa a las compañeras de trabajo o conocidas que considera las típicas guapas tontas, Aunque de una manera tan delicada que casi no se nota. Le fascina ver como pasan los dardos sobre la cabeza de sus víctimas desprevenidas. Los juegos psicológicos son uno de sus pasatiempos favoritos. Nunca acaba de dejar atrás ese estilo de niño travieso que tira flechas disfrazadas de humor y encanta a ese ejército de gente corriente que busca amigos o amores y no le deja pasar ni una. Las personas que superan el test de inteligencia y tolerancia son autorizadas a entrar en su círculo íntimo y nunca más sufrirán sus pullas. Sobre todo cuando se trata de mujeres, le gusta esa que pueda desarmarlo, una belleza honesta que se niegue a aceptar los aspectos sórdidos de su personalidad. Esa exhibición de integridad es la sal de la tierra que logrará derretir el frío corazón de Escorpio, un factor que enciende su interés amoroso mucho más que cualquier exceso de belleza femenina. La sal, como sugiere la expresión, es un símbolo de la cristalización de los valores humanos que tanto aprecia el signo fijo y de agua (que representa los minerales y las piedras, así como el hielo propiamente dicho) de Escorpio. A pesar de la creencia astrológica popular de que escorpión es una especie de ser libidinoso, fanático del sexo, en realidad se trata de uno de los machos más escrupulosos del zodíaco, sino el más. Como tal, en su encubierta búsqueda por encontrar la belleza perfecta con la cual desatar la bestia, sigue siendo el consumado agente secreto.
[…]