─ ¿Cómo es tu trabajo con la astrología? ¿Cómo lo describirías?
─Se me vienen a la cabeza tres palabras: poético, terapéutico y totalmente transformador. Consiste en levantar la Carta Natal de una persona y ofrecerle en vez de lo común: las predicciones del futuro o lo que uno asocia a un horóscopo, cambiar esa imagen. Creativamente propongo mantener un ritmo de comunicación para que yo pueda ir viendo las cosas que le van sucediendo a mis clientes, para que puedan comprobar lo que es la astrología; yo ya lo comprobé por eso lo doy. Así comienza la etapa terapéutica. Para qué sirve esta herramienta: para que transformar la conciencia, tocar el corazón. Semana tras semana, hago ese trabajo de interlocutor con algo que yo creo que inconscientemente las personas ya poseían en su interior. La formula no es astrología por sí misma, es astrología más astrólogo, esa es la combinación.
─Transformación de conciencia...
─Si, liberación de un montón de bloqueos. Hay mucha gente que inmoviliza las cosas, las deja en un lugar, no las quiere tocar y las conserva como si fuesen premios; esas actitudes trato de romperlas, para que entre algo nuevo. La astrología puede llevarte a eso.
─ ¿Cómo fue tu acercamiento a la astrología?
─En un principio fue por la música, la poesía, los escritores, la mística. La música la tomo como una mística de unión muy hermosa, fue un gran apoyo en los tiempos que me tocaron vivir en Buenos Aires, en mi niñez y en mi adolescencia. La música fue un escape y una fuente para aprender distintos lenguajes. Después los libros, esos libros me fueron llevando a una ciencia que se llama esoterismo. Las ciencias ocultas me impactaron, ahí descubrí mi película, entendí el mensaje. Cuando agarraba cualquier libro esotérico me encontraba a mí mismo en ese lenguaje.
Conocí una mujer a fines de los 90, cuando yo estaba en una banda de rock & roll, vaya coincidencia, no las hay, una muy buena astróloga. Ese fue el primer cachetazo, ya no soporte más Buenos Aires. Empezó el 2000, con todo lo que pasaba en el país, uno quería construir algo y no se podía construir nada y me fui para la Patagonia. Y ahí la astrología creció, tuve iniciaciones de tarot en la montaña, como decían los libros tenia que ser, no había que estudiarlo acá en el medio de la ciudad, tenia que ser con el cosmos puro, con el organismo, con la naturaleza. Por más que yo sea un bicho de ciudad sé que la gran escuela mía fue la Patagonia. Y ahí llegaba liberado, no tenia nada acá, no iba de paseo, no iba a ver que lindos los Siete Lagos.
─Hiciste un retiro, te conectaste con todo eso que estabas buscando, después volviste y empezaste a desarrollar tu actividad, a transformar a los demás.
─Si, en realidad fueron tiempos difíciles porque estaba lejos de mi familia, mis amigos, y la gente que me quería. En vez de llevarme herramientas para trabajar me lleve libros, y allá están todos trabajando en el campo, y yo con libros era un sapo de otro pozo. Pero ahí pude estudiar mucho, tuve la suerte de que la gente me invitaba a leer en radios, en bibliotecas, y fui conociendo intelectuales esotéricos, como María Emilia Castro, que me inicio en el Tarot. Esa iniciación me hizo volver a Buenos Aires. Al llegar sentí que acá estaba condenado a un sistema cuadrado para mí, que no me daba oportunidad de nada. Entonces me acomodé trabajando en una librería, aproveché todo ese circuito de los libros, de ir a las editoriales, para poder leer más esoterismo. También pude tomar cursos con gente muy linda, de astrología, y de astrología terapéutica, que me interesó especialmente. Cuando volví a la Patagonia, empecé a ejercer astrología y tarot, y se me abrieron todas las puertas. Mi propio ser estaba hecho para eso, fue cuando supe para lo que estaba hecho.
— ¿Qué es la astrología para vos?
—La astrología es tanto... Podría dar muchas definiciones, pero esencialmente, para mí es el puente para comprender el otro mundo, éste lo comprendo, te veo, veo la silla, veo el cielo, las nubes. Pero ese fue el puente, y lo pude entender.
— ¿Cuál sería el otro mundo?
—El otro mundo es lo que de alguna manera los religiosos necesitan ver en Dios. Yo lo busqué en la astrología, entonces creo en este mundo y creo en el otro mundo. Creo, tengo fe, que la película esta bien guiada. Las cosas que suceden acá son netamente porque somos ciegos al otro mundo, nadie lo observa, observamos mucho este mundo, por eso somos materialistas, tenemos coches, chiches y todas esas cosas. ¿Quién mira al otro mundo? Bueno, la astrología es ver el otro mundo. Y poder enseñarlo, transmitirlo, como era en las antiguas escuelas, a través del verbo, a través de la oración, es pura poesía. Eso eran los poetas para mí.
—Vos dijiste que te intereso mucho la astrología terapéutica, ¿cómo es la terapia que vos realizas todos los días?
—Primero me interesó porque realmente era una forma de que también pudiesen conocerme, y transmitir lo que yo sentí con la astrología. A veces parece que el sentimiento del terapeuta no está, es solamente un gran trabajo mental, un trabajo de teorías. Entonces, cómo funciona mi terapia, es así: existen las teorías, mil libros de astrología, a eso se dedican los grandes ortodoxos de la astrología, perfecto. Existen muchas orientaciones a través del intelecto para resolver situaciones complejas de la psiquis de la persona, pero siguen estando en el entendimiento intelectual. La sabiduría se posa en el corazón, entonces yo trato de hacerle entender al otro que hay una sabiduría en él y en mí, a través del corazón, y no sólo a través del intelecto. Entonces se trata de condensar la energía de la persona, cuando la persona abre su corazón y empiezan los relatos, nos empezamos a sentir, y sabemos que es auténtico y verdadero. La conexión se va guiando a través de distintos conceptos sobre esta ciencia oculta, a través de distintos sistemas y jerarquías que mueven los planetas, hablando esotéricamente, y eso está funcionando en la persona. Yo sé que eso está funcionando porque hace un rato me preguntaste que era la astrología para mí, y es un puente al otro mundo, ahí tenemos una carretera, un circuito, pero la única forma de entender ese otro mundo es con este mundo. Contame y vas a entender a los dos mundos y vas a creer en dos mundos.
— ¿La terapia está basada en la Carta Astral de la persona?
—Está basada en la Carta Astral. Jung utilizaba como base y herramienta la Carta Natal. Él fue un personaje que ha utilizado la metafísica para tratar de conectar las teorías del mundo bipolar oriental-occidental. Si bien fue discípulo de Freud, entendía que existía el otro mundo, por lo que lo acusaban de psicólogo de los brujos, de los místicos, porque se había alejado de lo que proponía revolucionariamente su maestro Freud. Pero él no podía basarse nada más en una teoría de ésta realidad, que es lo que hace analíticamente, con su Luna en Géminis Freud. Él tiene razón, pero está viendo éste mundo nada más, y está trabajando con los símbolos de otro mundo. En cambio Jung allana el camino y utiliza el tarot, el I-Ching, la sabiduría del Tíbet, todo el esoterismo de oriente. Yo también utilizo la Carta Natal como herramienta, pero la terapia es un todo, porque quizás hay momentos de la terapia en que la Carta Natal ni se utiliza, y se trabaja con elementos que están en la comunicación. Yo encaro mi trabajo desde distintos lugares, el trabajo de la comunicación es importantísimo; yo le doy la mano a Freud en el trabajo con la palabra, así como le doy la mano a Jung en utilizar la mística.
— ¿Qué es lo que esperás de tus pacientes?
—Espero mucho de ellos. Primero y principal, que es lo que más me gusta, es que ellos hablen de astrología, yo me siento como esos revolucionarios que mandan un mensaje y los demás lo pueden repetir, y eso me gusta porque saben que creen. Y no es que dicen estoy predestinado a ser un perverso porque tengo Luna en Escorpio, por ejemplo, o ese tipo de cosas, como faltándole el respeto a la astrología. Lo hacen con el respeto que merece un conocimiento, y cuando se habla de conocimiento se habla de entendimiento, y eso espero, que entiendan el mensaje, el mensaje que se refleja en el otro. Cuando lo entienden se transforman automáticamente, cuando no se quiere entender, prevalece sólo lo intelectual y se van cerrando los chacras, empieza a enfermarse todo, se cierra todo. Pero mientras uno crea en una fuerza exterior cósmica que es interior y natural, todo se curará también. La cura a través de la conciencia.Yo trato de que me sientan, se puede terminar la prolongación de verlos semana tras semana, pero se entra a otro estado, entonces nunca termina. Una vez que se destraba algo de adentro de alguien, la conciencia agradece, no es egoísta, se abre el alma. Mientras se esté formando una red, quizás no los vea más en la terapia, o los vuelva a ver en algún momento cuando los tenga que ver, pero estamos conectados, la conexión a través de la conciencia sigue. Antes me enojaba mucho, tal vez si no lograba los éxitos deseados en mi propio egoísmo con el paciente, porque yo sabía que tenían mucho más para dar. Con el tiempo comprendí que dejarlos volar era dejarme volar a mí, para que aparezcan nuevas cosas, y traté de no enojarme más cuando se iban, entonces es como que se abre en vez de terminarse. La red tuvo buenos resultados, no sería una red sino no hay conexión. Hay gente que uno quiere tratar de conectar, y lo hace con la cabeza y no lo logra, entonces se intenta con el corazón, pero si uno gasta su corazón en alguien que esta cerrado no hay manera. Es como dice Fito Páez,” yo vengo a ofrecer mi corazón”, lo decía en el año 84, y metafísicamente: ‘vos lo ofreces al cosmos, nosotros te lo aceptamos’, y él movió masas, hizo bailar, sonreír, llorar, le dio sentimiento a la gente. Es un gran logro para la sensibilidad, por eso la música se apoya en el corazón.
— ¿Cómo ves la evolución de la astrología como una herramienta social, actualmente?
—Siempre los grandes maestros superiores saben que la sabiduría es del pueblo, hablando del pueblo como un todo. A veces se cree que uno ya no es pueblo, ese es un gran problema de la forma que tenemos de comunicarnos y en realidad yo creo que todos somos un gran pueblo. Comparto mucho una concepción comunista, hay una gran comunión, nada más que los que tienen deberían soltar, los del medio dejar de encerrarse en su cabeza, y los de abajo dejar de galopar ciego, entonces, es entre todos. Es un gran combate social, y de alguna manera si la astrología se abriera para el pueblo, si se instalaran herramientas o luchadores sociales a través de la concepción astrológica, seria muy interesante y provechoso. A mi me gustaría que el saber astrológico esté al servicio de la sociedad, y no sólo se reduzca a una columna en los diarios y a los libros de horóscopos.
— ¿Cómo vez la evolución en la conciencia de la gente en esta época de transformación?
—Fantástica. Así como vemos desde este lugar que todo está cambiando, también el cosmos está evolucionando. El problema del hombre se basa en que cree que él esta separado del cosmos, y en realidad todo está evolucionando, la tierra se está moviendo, los planetas, la galaxia. Todo está evolucionando, y es fantástico. No veo la evolución de una manera sectaria, cerrada, o racista, de que no podemos vivir con los negros, los rojos, los amarillos, los matamos con una cruz y los tenemos de esclavos. Eso ya pasó, veo la evolución en materia cósmica, y esa es la mejor. Esa trato de mostrar, por eso trabajo con la astrología también. Para mí lo mejor es hacer ese puente. Creo que viene un nuevo hombre, no un nuevo hombre de la guerra, hablo del nuevo hombre de la conciencia que a través de estas herramientas que están naciendo en nuevas almas que están encarnando en la tierra, viene una humanidad mejor. Eso no quiere decir que no va a haber mucho llanto, mucha muerte, o mucha miseria. Es ahí donde nos damos cuenta de que a través de tanto dolor crece el amor, porque somos polos. La gente no quiere ver el dolor, y el dolor existe, para poder entender lo que es el amor. La pena que genera la destrucción de las ideas egoístas, separatistas, espirituales de cada ser humano se va a transformar por unión, por comunión. Pero no se combatirá por la misma herramienta: ‘ese es mi enemigo’. Jesús decía ‘Ama tu enemigo’, hay que comprenderlo, y eso hace la conciencia que es superior. Pero uno elige que posición tomar, como decía el indio Solari: “fijate de que lado de la mecha te encontrás”. Si socialmente estamos muy mal y nos vemos como enemigos vamos a estar peor, debemos ubicarnos del lado del comprender, del evolucionar, de no ir al ‘ojo por ojo diente por diente’ y creer en la compasión. La gente no sabe lo que es la compasión, y como a las iglesias ya no se va más porque es una gran mentira también, tenemos que aprender a decirnos como es la compasión, entre todos, y así esos mensajes se van abriendo para todos. Con compasión se comprende, y ya no hay que matar, sólo comprender.
-Con respecto a las configuraciones planetarias de este año: Marte en Leo hasta junio, Júpiter en Piscis, Urano entrando a Aries, ¿Cómo pensás que van a ser las vibraciones, la energía que va a estar dando vueltas, influenciando de manera colectiva?
—Hubo muchas cosas que pasaron con Marte en leo, pero vos pensá que si uno trata de ver cómo va a influenciar en la gente, en términos sociales, se puede manifestar de millones de maneras, un libro de millones de páginas. Para hacerlo tengo que acercarme a un mensaje más subliminar, tengo que llegar a ese lugar para poder mandar una vibración, si uno habla de una vibración, podemos decir que estos movimientos planetarios, como dijiste de Júpiter en piscis después de 12 años, deben observarse desde el punto de vista de las ciencias ocultas. Tratemos de acercarnos a lo esotérico, porque no soy practicante del mensaje profanador para que el mundo esté contento por revelaciones de un astrólogo, no me interesa. Me interesa que se trate de creer en el ‘otro lugar’, y desde ese punto estas configuraciones planetarias tienen que ver con grandes transformaciones a la conciencia universal. Todo tránsito es transformador. Desde el trabajo terapéutico, no social, -porque yo no estoy levantando una bandera social ni podría transmitir el mensaje social- vería en el paciente, en el compañero de esta red de que te hablaba, de qué manera poder transmitírselo a él, eso si lo puedo conectar. Justamente como él es parte de una red pero tiene una misión espiritual también para que evolucione su alma, puedo trabajar ese Marte en leo.
El Júpiter en piscis, digo guau, una explosión espiritual para todos. Yo lo siento canalizando en mi lenguaje, abro un libro metafísico que quizá en otro momento no hubiese abierto y siento esa energía, lo vivo en mi propia experiencia, también tengo Ascendente en Piscis y lo puedo conectar desde ese estado de comunión. El Júpiter en piscis también va a expandir la conciencia espiritual, o sea que también hay que aportar al ‘otro lado’ por lo menos un rato del pensamiento, no todo es recibir. Yo todas las semanas estoy aportando al otro lado, ¿Entendés? Estos planetas están generando ideas, vemos que cada vez más hay situaciones que reflejan palabras orientales, el lenguaje místico psicológico oriental. El sabelotodo occidental, el lindo, el que hace el mejor cine del mundo, el más poderoso económicamente, tiene que creer, porque los occidentales somos unos tontos jugando contra grandes jerarquías y nos creemos que somos los mejores del planeta, entonces estos planetas generan que en estos lugares la mística esté trabajando. Entonces Júpiter en Piscis puede hablar de mística, Marte en Leo puede hablar de grandes movimientos deportivos, transformando mucho los corazones. Leo rige los corazones, representa un gran trabajo hacia la conquista de nuevos lugares. Urano, el gran revolucionario puede hablar de grandes movimientos impulsivos, porque ahí hay que combinar que la energía de Urano va a estar en cuadratura a Plutón, y en oposición a Saturno, y generará un triangulo en el cosmos que tendríamos que hablar horas para ver el flash que puede ser esa energía cósmica para estos occidentales jugando como niños, cuando saben que hay una gran transformación cósmica. Los grandes maestros sabían del cosmos, no lo anulaban, por eso podían crear grandes religiones, religiones para pueblos, porque sabían como funcionaba esto. Entender ese movimiento planetario, es entender el circuito hacia donde va la totalidad de la humanidad y para entender primero hay que conocer. Si uno habla con alguien que no conoce de astrología, no va a comprender, creen que es un horóscopo. Si les digo ‘Plutón en oposición a Urano en Aries’, me puede decir: si, pero nosotros hacemos un montón de ingeniería para que la gente pueda tomar agua en todos los pueblos. Arman un discurso totalmente materialista, y el nuestro es tan extravagante, tan iluso, aparentemente tan primitivo, que no se entiende. Por eso hay que hablar con los que realmente tienen apertura, si se abren, se empieza a conocer como juegan estos planetas y se genera conciencia, y están los que creen, y esos son los que para mi luchan en esta tierra. A los otros hay que contemplarlos con mucha compasión, contemplarlos desde ese lugar, con mucha compasión.
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