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viernes, 30 de julio de 2010

Urano

Extracto del libro "Astrología, Karma y Transformación" de Stephen Arroyo








El planeta Urano simboliza una fuerza que se manifiesta como cambios repentinos de la pauta de vida, alteraciones súbitas de la consciencia, destellos de intuición, y rápidas eclosiones de nuevas ideas y conceptos originales. Urano puede concebirse como un canal a través del cual fluyen fuerzas poderosas que penetran en la consciencia con rapidez eléctrica.
Urano se manifiesta también como impulsos hacia la independencia, la rebelión, la excentricidad, lo inconvencional, lo original y lo inesperado. La "influencia" de, Urano no hace que
una persona sea particularmente estable; pero la convierte en un canal a través del cual pueden nacer nuevas ideas.
Cuando Urano es fuerte en un mapa, ese factor simbolizado por el planeta (o por los planetas) en su aspecto con Urano se electrifica, se magnetiza, se energetiza muchísimo, y, si todo marcha bien
, se ilumina. Por tanto, vemos que Urano "actúa" eléctricamente, en impulsos repentinos. Esta energía es
necesaria para que estalle a
través de las defensas saturninas del ego y las barreras del pensamiento de la mente consciente. En contra de algunos criterios, Urano no siempre actúa destructivamente. Se manifiesta como destrucción solamente cuando hay resistencia a su influencia. Puesto que alguna forma de resistencia está habitualmente presente, sin embargo, (especialmente si Urano está comprometido en aspectos tensionados), un tránsito de Urano se experimenta a menudo como muy destructivo.

Mediante tránsito, Urano interrumpe lo viejo y revoluciona nuestro modo de ser en el ámbito indicado. Trae vastos cambios que tienen el efecto de reorganizar (a menudo, desorganizando al principio) nuestra consciencia a fin de permitir que se produzca un nuevo crecimiento. Psicológicamente, estalla en la consciencia en forma de cualquier idea, sentimiento y conocimiento que fuera subliminal, o sea, precisamente debajo del umbral de la consciencia. Por tanto, sus tránsitos son enemigos de represión de cualquier índole. Si un individuo estuvo viviendo de manera reprimida, un modo de vida en el que estuvieron bloqueados, descuidados o ignorados los elementos vitales de su naturaleza, es casi seguro que un tránsito de Urano por conjunción, cuadratura u oposición a uno de los planetas personales traerá a la superficie, con gran inmediatez, una intensa confrontación con estas partes de la naturaleza de la persona. Urano acelera siempre el ritmo de la naturaleza; y por. ende, el individuo que experimenta uno de estos tránsitos está a menudo tenso, excitable, inquieto e impulsado por un abrumador deseo de cambio y libertad. Urano en su mejor forma, es el gran liberador, el despertador, el iluminador que levanta con tal intensidad la vida
interna y externa de la persona que, de allí en adelante, las cosas nunca son las mismas
. Este planeta puede parecerse a la mitológica figura de Prometeo, quien robó el fuego de los
dioses y de esta manera perm
itió que los seres humanos extendieran el alcance de su conocimiento. Durante los tránsitos de Urano, la mayoría tiene deseos de activar sus necesidades de excitación, libertad y experimentación. A menudo realizará radicales mudanzas para cambiar lo que percibe que
es una situación vital asfixiante. Sin
embargo, un pequeño porcentaje de personas experimentará casi totalmente los tránsitos de Urano en un nivel interior, durante el cual revolucionará sutilmente su actitud, su entendimiento y su modo de auto expresarse en los ámbitos indicados. Su vida externa
reflejará frecuentemente este enfoque nuevo y despierto de la vida, pero en estos casos, de ningún modo esto se patentizará siempre con facilidad. Durante los tránsitos de Urano, a menudo el individuo tiene un impulso de escapar de las
situaciones de la vida que se ve que son inhibitorias o frustrantes de su autoexpresión individualista. Pero, a veces es un enfoque más constructivo, dando por sentado que la situación vital es fundamentalmente sana y vitalmente flexible, para que
esa persona experimente cambios radicales dentro de los confines de la vieja situación, ya se trate de matrimonio, trabajo o lo que fuere. La ampliación de la auto-comprensión que po
drá resultar de tal desafío es a menudo mucho mayor que la que se ganaría tirando lo viejo y saltando excitadamente dentro de lo nuevo y lo diferente. Por supuesto, esto no es negar que a veces es necesaria una revolución total o una repolarización en algún ámbito de la vida.

En muchos casos, la influencia de Urano podrá definirse culturalmente, pues Urano comienza donde termina Saturno. Saturno señala la frontera de la consciencia del ego personal, simbolizando las normas y reglas culturales y colectivas (una clase de "super-ego" cultural en términos freudianos). Saturno es, pues, rígido y contraído. Urano, por el otro lado, estalla a través de esta vieja estructura con impulsos revolucionarios; y la rigidez de la frontera saturnina habitualmente hace
que se raje y rompa en pedazos
. Las manifestaciones psicológicas de fuerzas uranianas como las que experimenta el individuo no sólo son comprensibles sino también hasta vigorizantes de la mente que está abierta hacia lo nuevo. En la antigua astrología, al planeta Mercurio se lo conocía como el mensajero de los dioses, término que suena muy parecido a la descripción que hace Rudhyar de los planetas trans-saturninos como "embajadores de la galaxia". Mercurio se asociaba entonces con la facultad creativa en los seres humanos. Por supuesto, los antiguos astrólogos, hasta donde sabemos, no conocían la existencia de Urano. Empero, muchos alquimistas estaban al tanto de una función creativa más profunda (o más elevada) que el nivel de la mente racional, que es el significado primordial de Mercurio en la astrología moderna. Estos alquimistas asociaban esta actividad creativa con el significado oculto de Mercurio como el unificador de los opuestos.
Desde nuestra perspectiva moderna, bien podríamos preguntamos si se referían a la función de Urano pero no tenían tal símbolo planetario para expresar lo que experimentaban. Esta hipótesis parece la más probable bajo la luz del hecho de que numerosos astrólogos modernos están ahora afirmando que, en contraste con la antigua versión griega de la exaltación y dignidad de Mercurio en Virgo, la exaltación de Mercurio debe considerarse que está en Acuario, el signo de Urano.

Dane Rudhyar, en su profundo e inspirador libro titulado Triptycb, se refiere a Urano como "el creativo poder del espíritu universal". Rudhyar dice que Urano se refiere a la etapa de la "transfiguración" personal y que "el individuo transfigurado se convirtió en un centro focal para la liberación del poder de la Mente Universal". Asimismo, declara que Urano puede concebirse como "La Voz de Dios", "el creativo poder del Sonido místico que, según la vieja tradición de la India,
llena todos los espacios .
.. " El "poder de la mente universal" es evidente en las percepciones extraordinariamente rápidas que acompañan una armonía uraniana. Esta proviene de la
aptitud para ganar conocimiento e intuición de otras dimensiones a través de una sensibilidad psíquica elevada. Urano representa el conocimiento intuitivo y la extensión del proceso
racional más allá de las barreras del espacio y del tiempo. La experimentación hacia la cual las energías de Urano impulsan al individuo proviene de esta sensación interior de que para
el conocimiento humano no hay fronteras
; proviene de la fe interior de que un individuo tiene la capacidad para entender la vida de modo más vasto y que tiene el derecho divino a
perseguir este conocimiento, no importa qué sabiduría convencional pueda dictar. (Naturalmente, muchos uranianos se enfrascan tanto en la emoción del descubrimiento y la experimentación que, por lo común, en sus actitudes y opiniones se van a los extremos, en cuyo caso se entregan al fanatismo, al cabal desprecio de la tradición, y a la cerrada obstinación.)
Esta "intuición" de la que los uranianos son capaces no es, sin embargo, incompatible con la lógica. Grant Lewi señaló, hace más de treinta años
, que Urano funciona de modo muy lógico, pero que la lógica opera tan rápidamente que parece ser intuición. También escribió que Urano representa la extensión de la percepción dentro de los reinos de la mentalidad superconsciente, que podemos interpretar como la aptitud para armonizamos con el nivel arquetípico de conocimiento de la mente universal. Una vez que pasamos las fronteras de Saturno y nos aventuramos en los reinos de Urano y Neptuno, empiezan a desaparecer todas las dualidad es, todas las oposiciones que se perciben debido a la "lógica" limitada, y todas las formas separadas. Es entonces cuando empieza a haber un fusionador de dicotomías, que en la percepción uraniana se manifiesta viendo las cosas como ambos y en vez de 0 ... 0. En otras palabras, a los opuestos de la mente lógica materialista se los ve juntos en un destello de percepción inmediata, como partes de una perspectiva íntegra y vasta de la
vida.

La posición de casa de Urano nos muestra dónde podemos potencialmente experimentar y usar este poder despertador, dónde se sienten más inmediatamente los cambios, las intuiciones y una sensación de necesitar una vasta libertad personal. Esta casa muestra dónde tenemos deseos de apartarnos de normas convencionales de expresión, y dónde a menudo rechazaremos la tradición y los inútiles estorbos a fin de hacerlo. Si tenemos a Urano en una casa angular, habrá deseos especialmente fuertes de representar nuestra inconvencionalidad de modo evidente y dinámico. Si Urano está en casas sucedentes o cadentes, por otro lado, la persona tal vez tenga tan sólo deseos enderezados hacia impulsos revolucionarios o inconvencionales, pero quizá ponga a trabajar esos
sentimientos en su vida cotidiana de un modo más sutil, mientras que puede ser que, en la superficie, parezca muy conservadora.

martes, 27 de julio de 2010

Sextrología. La Astrología del sexo y los sexos.

El hombre Libra. ‘El personaje’

Libra es el hombre renacentista del Zodíaco. Para él, la vida es arte, y se plantea la existencia como lo haría un pintor enfrentado a una tela blanca, sintiendo el poder para crear un mundo basado únicamente en sus visiones idealizadas mientras se esfuerza en atrapar realidades abstractas y radicales que siente que hasta ahora han permanecido fuera del alcance de la humanidad. Está en sintonía natural con las energías ordenadas y no caóticas del universo, por lo que es un hombre de muchos principios y filosófico. El Libra es perfeccionista, cuando no platónico, y siempre busca condiciones de mejoramiento tanto para él como para otros; ver las cosas de color de rosa, sin embargo, lo puede exponer a grandes decepciones. Es de creencias liberales y pionero en el plano intelectual, lo que suele acabar enfrentándolo con los aspectos más convencionales de la sociedad. A pesar de ser librepensador, el Libra es típicamente tradicional en su necesidad de una relación estable, lo que no excluye necesariamente flirteos extracurriculares, de pensamiento o acto. Le atraen las mujeres independientes, un igual intelectual, con quien pueda vivir en mutua armonía conservando sus esferas de influencia respectivas. Para él el amor es un encuentro de mentes, y la mujer debe compartir su apreciación por los ideales intelectuales, la estética y un enfoque sensual, cuando no etéreo, del sexo. Las relaciones con otros hombres adoptan un carácter fraternal que le impide muchas veces acceder a sentimientos amorosos y profundos. No se implica a fondo con los amantes, y sus lazos recuerdan más a amistades pretenciosas de naturaleza mucho más homoerótica que abiertamente caliente y fuerte.

Cuerpo y alma.

El hombre Libra podría ser el personaje más interesante del bloque astrológico. Desde su fisonomía animada hasta su forma de vestir caprichosa, pasando por sus expresiones exageradas, no se puede negar que el chico de la balanza llama la atención. Eternamente juvenil y más mono que guapo en el sentido clásico, puede parecer casi salido de un cómic o, en algunos casos, de un chiste. Orgulloso de haberse creado un estilo personalizado, a este dandi de cara de niño le encanta revolotear por la ciudad, entrar y salir con toda naturalidad de mundos sociales muy diversos, adaptándose fácilmente y con un estudiado armario apropiado para cualquier situación. Aunque es un poco más alto y delgado que otros miembros de su familia, el hombre Libra consigue tener un definitivo aspecto querúbico. Tiene la cara redonda, de goma y totalmente expuesta por un nacimiento del pelo extremadamente alto; cabellos rizados o ralos, aunque finos; ojos almendrados y hundidos enmarcados por párpados gruesos; posibles hoyuelos en las mejillas, y nariz recta pero ligeramente achatada y flexible, casi como si no tuviera cartílago. La boca: una hendija horizontal más bien pequeña que se frunce ligeramente en sus extremos, rematada por un labio superior con acertada forma de arco de Cupido, que le da una expresión de niño a punto de hacer pucheros. Pese a su aspecto casi de teleñeco, tiene el semblante algo melancólico, como el del payaso triste que hace reír a los demás. Por supuesto, la posesión de un ingenio excepcional es un derecho inalienable del Libra, célebre por saber sentarse a escuchar tranquilamente lo que dicen los demás solo para interrumpirlos en el momento oportuno con alguna buena ocurrencia. Es un maestro de los juegos de palabras, las indirectas, la ironía y los dobles sentidos: si bien hay gente que puede tardar un poco en captar por completo la gracia de su brevísimo comentario, en cuanto se enteran de todo lo que ha querido decir estallan las risas más estentóreas. Aunque tal vez finja estar de vuelta de todo, al hombre Libra le encanta socializar; de hecho, tenderá a decir que odia estar solo. Poca gente da tanta confianza tan deprisa como un Libra, que acoge a los extraños como si fueran parientes perdidos, ya que su instinto le hace abrirse a todos en todas las situaciones. Al tener un carácter tan gregario, los miembros más serios del Zodíaco lo malinterpretan muchas veces como el típico frecuentador de fiestas superficial. Sin embargo, el chico de la balanza no desconoce la soledad y la depresión. Lo que pasa es que le parece de mala educación andar quejándose ante los demás; ya que está acostumbrado a desconectar de los malos rollos de su alma.

domingo, 25 de julio de 2010

Sextrología. La astrologia del sexo y los sexos.

Extracto del libro de Starsky y Cox.

“El Zodíaco propiamente dicho es un diálogo y, a menudo, una batalla entre los sexos; y Sextrología, una exploración de los signos astrológicos desde el punto de vista del género, la identidad sexual y el comportamiento sexual. El círculo del Zodiaco, ante todo, esta dividido en seis signos masculinos (fuego y aire) y seis femenino (tierra y agua), lo que refleja el equilibrio universal, ya que la existencia es un gran sistema de Yin y Yang. La premisa básica de este libro es que hay veinticuatro signos, no sólo doce, puesto que cada uno de los doce signos se vuelve a dividir en polaridades por sexos.”
Aquí va un extracto de este interesante libro, los dos caracteres librianos: la mujer Libra y el hombre Libra.


El signo de la igualdad sexual: La mujer libra, ‘El Encanto’.

La mujer Libra es la activista del Zodíaco: como es la persona con más principios de la rueda astrológica, no se puede separar de sus elevadas convicciones. Considera que hay que rediseñar el mundo porque le faltan precisamente los ideales que ella intenta difundir con la mayor urgencia. Si ve alguna injusticia, se siente obligada a luchar para corregirla: el reino de la justicia humana es su ámbito particular. Tiene una gran mente, una facultad especialmente afinada que sólo se ve eclipsada por su peculiar y etérea belleza. De todas las mujeres, es la mas guapa y atractiva (casi nunca se la podrá describir como sensual o claramente sexy), aunque en ese sentido y en muchos otros su apariencia puede ser engañosa. Apreciada por sus recatados encantos, corre el riesgo de convertirse en objeto de adorno, en una mujer-trofeo con clase utilizada por los hombres para que los admiren o como forma de impresionar a los demás. Mientras, sus planes de amor consisten en unirse a un amigo de verdad, un igual, un librepensador que comparta su celebre afición por las artes y por todo lo que sea estético, así como sus ideas políticas, a menudo radicales, y sus visiones igualitarias. En cuestión de relaciones es poco convencional, se presta al sexo promiscuo con alguien que piense igual y, de hecho, es reacia a los vínculos legales a largo plazo. Cuando se compromete con un hombre, le exige completa fidelidad. Nada da más miedo que una señora libra despechada. Independientemente de su identidad sexual, siente una clara atracción hacia otras mujeres, sobre todo hacia mujeres extremas, amazonas con glamour, supermodelos exageradamente bellas o radicales defensoras de intereses megáfono en ristre o, si se puede elegir, una justa combinación de ambas.

Cuerpo y alma

Nunca se sabe lo que se puede tardar, desde una conversación de una noche hasta un mes entero de vagas interacciones, antes de que la mujer Libra deje entrar a alguien en su vida, reservándose siempre para ella el derecho a salir. Sin embargo, pese a su intento tan propio y tan consciente de ser distante, hay algo en ella luminosamente atractivo. Como sugiere la imagen de la balanza de su signo –el símbolo se puede leer alternativamente como el sol poniente o el lucero de la tarde, Venus-, la mujer Libra tiene cierta cualidad estelar que la convierte en la mujer del bloque astrológico a la que antes se intentan ligar mas hombres. Pero sus proyecciones astrales se le adelantan y casi nunca se le acercan e forma brusca o brutal: hasta un completo desconocido se sentirá impulsado a aclarar la garganta, alisarse el pelo y mostrar el mejor de los comportamientos antes de emitir o tartamudear la primera palabra de presentación. Desde un principio, el hombre que esta con una libra no sabe si va o si viene, puesto que su rostro es tan cálido y acogedor como distante. Como sugiere el símbolo del signo, parece que flota en algún horizonte lejano: nada que ver con el sol canicular de la mujer Leo y sus intenciones descaradas, sino más bien con la luz suave y serena del crepúsculo en octubre, un calor fresco y equilibrado. Lo que hace es enviar un mensaje mixto; la exigente Libra cree que siendo enigmática ganará tiempo para decidir si asigna a una persona un lugar en su vida o si la rechaza de plano. La decisión es siempre suya, lo que podría explicar por qué sentimos esa necesidad inconsciente de impresionarla con un mensaje de valía. Es sorprendente hasta qué punto los individuos mejor considerados se encuentran haciendo de todo en presencia de la jueza supuestamente imparcial del Zodíaco. Mientras, la opinión que se reserva nos pone a todos los demás a trabajar a pico y pala para agradarle.
Como su planeta Venus, que sólo parece ser una estrella porque refleja la radiación del sol y la devuelve a los mortales que poblamos la Tierra, la Libra no siempre es quien fabrica la beneficencia que parece proyectar. Incluso cuando está del peor de los humores, no puede evitar destilar una sensación de luz y bondad. Esto es al mismo tiempo una bendición y una maldición para ella: igual que las actrices Libra suelen tener que luchar para que no las encasilles en papeles rectos o incluso estirados, la mujer Libra típica transmite un aura ejemplar que atrae a los demás hacia ella, en especial a los hombres, como Mary Poppins a los niños traviesos. Además, si bien se pasa la vida esquivando los avances de los hombres, éstos casi nunca son de naturaleza estrictamente sexual. Al contrario, Libra se inscribe como la chica ideal a la que se le puede pedir la mano (aunque sin necesidad de excluir otras partes del cuerpo: tampoco es completamente inmaculada o de apariencia inocente). A diferencia de Virgo, que la precede en la rueda zodiacal, Libra no es un personaje femenino de tanto peso y carga como para representar una tromba de responsabilidad moral sobre los hombres. Incluso puede emitir las vibraciones opuestas: muchos hombres dan por hecho que la vida con la cardinal-aire doña Libra tiene que ser de lo más grata, que han encontrado una mujer etérea libre de las cargas de este mundo, con la que imaginan que su ánimo y sus aspiraciones mas elevadas se encumbrarán aun más. Así de prometedora resulta la imagen que desprende Libra. Con una serenidad y elegancia naturales, cubre las expectativas de incluso el punto de vista más machista de la feminidad, pese a ser una feminista de primer orden. De hecho, tiene demasiado estilo y aplomo para empezar a mandar a paseo a cualquiera de los muchísimos hombres que se enamoran de ella cada día. Siempre lo supera todo y despacha hasta la más vergonzante o difícil de las situaciones con cualquier palabra amable, una sonrisa o una disculpa de su propia cosecha.
[…]